Agentes de enfermedades infecciosas emergentes

AUTOR: María Guadalupe González Pacheco / Sion Yu Jang / Roxana Rodríguez Barrera

Resumen

La actividad humana evoluciona constantemente y cada día aprendemos más sobre nuestra relación con los microorganismos. A medida que seguimos explorando esta relación, estamos mejor equipados para prevenir y tratar las enfermedades infecciosas emergentes y reemergentes. Mediante la investigación y la innovación podemos hacer frente a enfermedades como el sarampión, la hepatitis A, el SARS-CoV-2, el dengue y el chikungunya. Además, podemos hacer frente a otras enfermedades como la tuberculosis, la enfermedad de Chagas y las infecciones fúngicas causadas por Fusarium solani. La medicina y la tecnología modernas nos proporcionan las herramientas para tratar eficazmente estas enfermedades. Este artículo hace hincapié en la necesidad de seguir investigando y adaptándonos a las nuevas amenazas para la salud mundial.

Palabras clave: infección, emergente, patógenos.

Abstract

Human activity is in a constant state of evolution, and each day we learn more about our relationship with microorganisms. As we continue to explore this relationship, we become better equipped to prevent and treat emerging and re-emerging infectious diseases. Through research and innovation, we can address diseases such as measles, hepatitis A, SARS-CoV-2, dengue, and chikungunya. Furthermore, we can tackle other diseases like tuberculosis, Chagas disease, and fungal infections caused by Fusarium solani. Modern medicine and technology provide us with the tools to effectively treat these diseases. This article emphasizes the need to continue researching and adapting to new threats to global health.

Palabras clave: infection, emergent, pathogens.

Introducción

La actividad humana está alterando nuestra relación con los microorganismos: la destrucción de los hábitats naturales, tala de árboles, migración, expansión agrícola y la acumulación de CO2, entre otros factores, han contribuido significativamente al calentamiento global y al cambio climático a gran escala.1 El impacto de la alteración en el ecosistema sorprendentemente está aumentando la tasa de enfermedades infecciosas emergentes,2 además, la complejidad de los microorganismos y sus particularidades actualmente son un desafío para la contención de enfermedades infecciosas. La prevención y el tratamiento de estas enfermedades siguen siendo un reto, ya que los agentes etiológicos tienen la capacidad de evolucionar para sobrevivir a condiciones adversas. Por lo tanto, el desarrollo de vacunas es un auténtico desafío en la actualidad.

El avance médico y tecnológico ha permitido el desarrollo de la vacunación, que ha contribuido en gran medida para contrarrestar la infección y reinfección. Además, los avances en biotecnología han allanado el camino para la creación de vacunas altamente eficaces contra enfermedades que solían ser mortales, como la poliomielitis y la difteria.3 Asimismo, los avances en las técnicas de secuenciación de nueva generación han permitido profundizar en el conocimiento de los mecanismos de transmisión de los patógenos. Esto ha permitido la rápida identificación de nuevas cepas y ha agilizado el desarrollo de vacunas adaptadas a estas variantes emergentes.4

El importante reto que plantean las enfermedades infecciosas emergentes está estrechamente relacionado con su impacto en las sociedades, ya que pueden dar lugar a epidemias y pandemias, representando amenazas considerables para la salud pública en general.5,6 Este impacto, a su vez, repercute directamente en la estabilidad mundial y ha desencadenado importantes crisis económicas. Ejemplos notables son la pandemia de peste bubónica en el siglo XIV, la pandemia de gripe en 1918, la pandemia del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) y el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) en la década de 1980 y, más recientemente, la pandemia causada por el virus SARS-CoV-2 en 2020.5,7

Se realizó una búsqueda en las bases de datos para identificar las enfermedades infecciosas con mayor letalidad y aquellas que han aumentado su incidencia en los últimos años. A continuación, se describen los principales agentes etiológicos de virus, bacterias, parásitos y hongos asociados con enfermedades emergentes y reemergentes en México.

Virus

Sarampión

El virus del sarampión es un miembro del género Morbillivirus de la familia Paramyxoviridae. Se transmite por medio de gotículas o aerosoles respiratorios que ingresan al sistema respiratorio y después a la circulación, diseminándose por todo el sistema y provocando una notable disminución de anticuerpos. Los síntomas que produce este virus durante la fase prodrómica se caracterizan por fiebre, tos, escurrimiento nasal, las patognomónicas manchas de Koplik en la mucosa oral y conjuntivitis, volviéndose el paciente altamente contagioso; mientras que durante la fase sintomática se desarrolla un exantema maculopapular. Los casos severos pueden representar complicaciones como diarrea, neumonía, nefritis intersticial, panencefalitis, queratitis e incluso la muerte.8

El manejo inicial del sarampión consiste en aislar al individuo infectado para evitar la diseminación de la enfermedad. En un principio, está indicada la profilaxis posterior a la exposición; después se procede a una adecuada hidratación, antipiréticos y reposo para el control sintomático. Para combatir el virus y sus complicaciones se pueden indicar vitamina A y ribavirina.9

La vacuna contra el sarampión se administra en conjunto con las vacunas contra los virus que causan la rubéola y parotiditis, reduciendo hasta en 79% las defunciones por la infección de este virus.10 La disminución en las cifras de población vacunada en México en años recientes ha sido alarmante. Durante las semanas epidemiológicas 7 y 145 del 2020 se reportaron 1443 casos probables de sarampión en México, lo que representa un brote de tal magnitud que no se había registrado desde 1994.11

Hepatitis A

El virus de la hepatitis A comúnmente se transmite por la vía fecal-oral, principalmente a través de alimentos o agua contaminados. Esta infección es más común en edades pediátricas. En el año 2020 se registraron 3,978 casos de hepatitis A en México, con una tasa de incidencia nacional de 3.11 casos por cada 100,000 habitantes, según el Informe Anual de Vigilancia Epidemiológica de Hepatitis Virales en México.2

La enfermedad suele ser asintomática; sin embargo, cuando se presentan síntomas, estos se reflejan como fiebre, malestar general, náusea, pérdida de apetito, dolor abdominal, heces de color claro (acolia), orina oscura (coluria) y, en algunos casos, ictericia. La hepatitis recurrente se caracteriza por la presencia del virus en las heces y concentraciones elevadas de transaminasas.8

No existe un tratamiento definido para la hepatitis. No obstante, el interferón (IFN) ha demostrado ser eficaz en el tratamiento de la hepatitis A aguda en cultivos celulares. Para su prevención existen varias vacunas contra la hepatitis A disponibles, por lo que se recomienda su aplicación durante la infancia para prevenir complicaciones. Sin embargo, en México no forman parte del esquema de vacunación (2, 12).

SARS-CoV-2

El SARS-CoV-2, un coronavirus de ARN monocatenario responsable de la pandemia de COVID-19, se caracteriza por su estructura de ARN, lo cual tiene importantes implicaciones en su capacidad de replicación y propagación viral. Existen tres tipos: positivo (el ARN del virus puede ser leído directamente por las células huésped), no segmentado y envuelto. Su genoma viral codifica varias proteínas estructurales y no estructurales, que desempeñan funciones esenciales para la replicación y propagación del virus.13,14

El SARS-CoV-2 se transmite principalmente a través de la exposición a aerosoles de personas infectadas, aunque también puede transmitirse a través del contacto directo y las superficies contaminadas.13,15 El periodo de incubación varía entre 2 y 14 días, aunque se ha observado que las nuevas variantes pueden tener periodos más cortos. Es importante destacar que algunas personas pueden ser asintomáticas, mientras que otras experimentan síntomas comunes como fatiga, fiebre y problemas respiratorios similares a los de una infección del tracto respiratorio superior.13

La gravedad de los casos de COVID-19 varía de persona en persona, llegando incluso a casos graves que involucran neumonía y complicaciones potencialmente mortales, como síndrome de dificultad respiratoria aguda, choque y disfunción de órganos. Para confirmar el diagnóstico de COVID-19 se utilizan pruebas de amplificación de ácidos nucleicos, como la PCR, o pruebas de antígenos en muestras respiratorias. Aunque los hallazgos de imágenes son útiles, no son específicos y no deben ser utilizados como único método de diagnóstico.13

El manejo de los casos leves de COVID-19 generalmente se puede realizar en el hogar, con reposo y cuidados. No obstante, aquellos con factores de riesgo de progresión pueden requerir atención médica profesional y farmacoterapia. Los pacientes con COVID-19 moderado o grave pueden necesitar hospitalización para recibir oxigenoterapia, farmacoterapia y terapia antitrombótica.15,16

Se confirmaron 15 casos registrados en México el pasado 25 de junio del 2023, así acumulando un total de 7.6 millones de casos confirmados desde que inició la pandemia en el país y mundialmente se han registrado alrededor de 768 millones de casos hasta el 12 de julio del presente año.11

Para reducir el riesgo de infección, se recomiendan las medidas preventivas, como la vacunación, el distanciamiento social, el uso de cubrebocas KN95, buena higiene personal y la realización de pruebas tras la exposición a personas infectadas. Las recomendaciones de vacunación contra la COVID-19 se adaptan a diferentes factores, como la edad y el estado de inmunocompromiso, y se basan en la eficacia comprobada de vacunas como Pfizer-BioNTech, y Moderna en diversas poblaciones.15,17

De acuerdo con los Centers for Disease Control and Prevention (CDC), los efectos secundarios después de la vacunación contra el SARS-CoV-2 suelen ser comunes, aunque las reacciones alérgicas graves son raras. Del mismo modo, los CDC recomiendan que todas las personas de 6 años en adelante reciban al menos una dosis de la vacuna Pfizer-BioNTech o Moderna.13,18 Además, se recomienda que las personas mayores de 65 años y aquellas con inmunocompromiso moderado o severo reciban dosis adicionales de la vacuna. En el caso de los niños de 6 meses a 5 años, pueden necesitar múltiples dosis de la vacuna, incluyendo la vacuna actualizada Pfizer-BioNTech o Moderna, dependiendo de su historial de vacunación y edad.18,19

Las recomendaciones de vacunación contra el SARS-CoV-2 se actualizan según sea necesario para adaptarse a los nuevos hallazgos y variantes del virus. Es fundamental seguir las indicaciones de los expertos de salud y mantenerse al tanto de las actualizaciones para mantenernos protegidos y ayudar a controlar la propagación de este virus.15

Dengue

El dengue, una enfermedad viral transmitida por mosquitos, es un problema de salud global que afecta principalmente a las zonas tropicales y subtropicales. Cada año se estima que se producen alrededor de 400 millones de casos de infección por dengue en todo el mundo.20,21

En la actualidad, México presenta 4,892 casos confirmados de dengue en la semana 27 del 2023, con un aumento de 2937 casos a comparación del año anterior. Al igual que el aumento de la incidencia, las defunciones aumentaron de 5 en 2022 a 13 en el presente año, siendo que 71% de los casos confirmados corresponde a Quintana Roo, Veracruz, Yucatán, Puebla y Guerrero.22

Los síntomas clásicos del dengue incluyen fiebre alta, dolor de cabeza, dolor corporal, exantema y linfadenopatía generalizada. Estos síntomas suelen durar aproximadamente 1 semana y luego disminuir. Sin embargo, en algunos casos, la enfermedad puede progresar a una forma más grave conocida como fiebre hemorrágica del dengue (FHD), la cual se caracteriza por trombocitopenia, sangrado espontáneo y, en casos extremos, choque (síndrome de choque por dengue). El tratamiento para el dengue es principalmente de apoyo, ya que no existe un tratamiento antiviral específico.23

En cuanto a la prevención, se ha desarrollado la vacuna Dengvaxia, que ha sido aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) para su uso en niños de 9 a 16 años. Esta vacuna está indicada específicamente para aquellos niños que han tenido una infección previa confirmada por el virus del dengue.23,24

La vacunación contra el dengue en áreas endémicas y para aquellos que han tenido una infección previa es una medida importante para controlar la propagación de esta enfermedad y reducir el impacto de la FHD; sin embargo, es esencial seguir las pautas de las autoridades sanitarias y mantenerse al tanto de las actualizaciones en cuanto a la prevención y el tratamiento del dengue.21,24

Chikungunya

La fiebre chikungunya es una enfermedad viral transmitida por mosquitos, causada por el virus chikungunya, perteneciente al género de los alfavirus de la familia Togaviridae. El término chikungunya proviene del idioma makonde y significa “en postura retorcida”, haciendo referencia a los intensos dolores articulares asociados con esta enfermedad.25,26

Los mosquitos actúan como vectores de transmisión del virus chikungunya, lo cual puede resultar en una coinfección con el virus del dengue. Los reservorios del virus pueden ser primates no humanos o humanos.26

Las características clínicas de la fiebre chikungunya incluyen un periodo de incubación que generalmente dura de 3 a 7 días, fiebre, malestar general, dolor de cabeza, linfadenopatía, intensa poliartralgia bilateral, edema periarticular y una erupción maculopapular.25,26

En 2022 se notificaron 4 casos confirmados en México, mientras que en el presente año no se ha notificado ningún caso. A nivel mundial, la incidencia de esta enfermedad es de aproximadamente 27.55 casos por cada 100,000 personas.23,27

Desafortunadamente, en la actualidad no existen vacunas ni tratamientos específicos disponibles para el virus chikungunya. El enfoque principal del manejo clínico se centra en el alivio de los síntomas mediante analgésicos y antipiréticos para reducir la fiebre y el malestar. Es importante destacar que la prevención de la fiebre chikungunya se basa en medidas para controlar la población de mosquitos y protegerse de las picaduras, como el uso de repelentes de mosquitos, ropa protectora y la eliminación de posibles criaderos de mosquitos en los alrededores. Estas medidas son fundamentales para reducir la propagación de la enfermedad.25

Bacterias

Tuberculosis

Mycobacterium tuberculosis es el agente etiológico de la tuberculosis (TB) y se transmite por aire o alimentos contaminados. La infección por M. tuberculosis produce lesiones características llamadas granulomas, que inicialmente son agregados de células infectadas por la bacteria rodeadas de linfocitos, por lo que son dependientes de un adecuado funcionamiento del sistema inmune para contener la infección.28

Aunque la vacuna BCG, que forma parte del esquema de vacunación, ha logrado reducir de gran forma la prevalencia y la mortalidad de esta enfermedad, se calcula que una cuarta parte de la población mundial se infecta de forma latente con tuberculosis, y entre 5 y 10% de este grupo con infección latente desarrolla la enfermedad activa durante su vida. Anualmente existen en México 28 mil casos de tuberculosis y 30% de las personas portadoras de dicho agente lo desconoce.29,30

La tuberculosis puede tener una presentación pulmonar o sistémica, la cual abarca pleura, ganglios linfáticos, abdomen, tracto genitourinario, piel, articulaciones y huesos o meninges. Debido a esta variedad de presentaciones, los síntomas más comunes son fiebre, anorexia, pérdida de peso, malestar general y fatiga.31

El esquema de antibióticos para el tratamiento de la tuberculosis incluye isoniazida, rifampicina, pirazinamida y etambutol, siendo el régimen de primera línea para la tuberculosis sensible a los medicamentos.30,31

Parásitos

Trypanosoma cruzi

Trypanosoma cruzi es el agente etiológico de la enfermedad de Chagas, siendo este parásito endémico de las regiones tropicales de Latinoamérica. Alrededor del mundo, aproximadamente 6 millones de personas tienen una infección activa, con 30 mil casos nuevos anuales y una mortalidad de 12 mil muertes cada año. Se estima que en México hay una seroprevalencia de 3.38%, con 4.06 millones de personas infectadas en el país.32,33 La transmisión ocurre cuando un vector infectado ingiere sangre de un individuo, defeca y libera sus formas infectantes que se transmiten por sangre de la madre al hijo e incluso por ingestión de comida contaminada.34

Los datos clínicos se manifiestan hasta la etapa crónica, mientras que la fase aguda de la enfermedad presenta signos inespecíficos como linfadenopatías, ataque al estado general y fiebre. Este agente afecta principalmente al sistema cardiovascular y gastrointestinal. Es una de las principales causas de enfermedad no isquémica del corazón en Latinoamérica, con una prevalencia de 30%. Los signos de la enfermedad cardiaca son sobre todo miocarditis con fibrosis focal, así como hipertrofia ventricular izquierda, mientras que del sistema gastrointestinal se presentan disfagia y estreñimiento.35

Es de vital relevancia recalcar que es una enfermedad curable por medio de tratamiento farmacológico con benznidazol y nifurtimox, siendo estos más efectivos durante las fases agudas. Por otro lado, cuando la enfermedad ha progresado, es necesario un abordaje quirúrgico por medio de procedimientos quirúrgicos como cardiomiotomía laparoscópica o esofagectomía, entre otros.34

Al día de hoy no existe una vacuna contra Trypanosoma cruzi, sin embargo, el Departamento de Biotecnología y Bioingeniería del Cinvestav en México se encuentra en fases preclínicas del desarrollo de una vacuna en conjunto con la fundación Carlos Slim.36

Hongos

Fusarium

Fusarium es un género dentro del tipo de hongos filamentosos que posee más de 200 diferentes especies, siendo Fusarium solani el mayor causante de morbilidad en seres humanos. Este hongo infecta a los humanos de distintas formas; puede provocar infecciones superficiales de la piel y sus anexos o, en casos más graves, puede generar infecciones sistémicas a nivel del sistema respiratorio o nervioso. En el sistema nervioso se da sobre todo la formación de abscesos que provocan meningitis. Fusarium solani es capaz de permanecer largo tiempo en drenes, sondas o incluso en productos cosméticos. Luego de exponer la piel o mucosas a este agente, es capaz de generar infecciones que pueden resultar incluso mortales.37

Existe una diversidad de antifúngicos, pero Fusarium presenta resistencia a varios de ellos. Voriconazol, en combinación con otros fármacos como anfotericina B, es efectivo para tratar incluso infecciones sistémicas.38

En el 2023 se han registrado distintos brotes de casos de meningitis en estados del norte del país, originados por una infección por Fusarium solani. Específicamente en el estado de Durango se han registrado 1801 casos y 39 defunciones debido a este hongo, lo cual se relaciona con procedimientos de anestesia perimedular.39

Aunque ha habido avances en el reconocimiento de moléculas antigénicas de hongos patógenos, actualmente no existe ninguna vacuna autorizada o en fases avanzadas de ensayos clínicos para la inmunización activa en humanos.40

Conclusión

Las enfermedades infecciosas emergentes, como el sarampión, la hepatitis A, la COVID-19, el dengue, la fiebre chikungunya, la tuberculosis, la enfermedad de Chagas y las infecciones por Fusarium representan un desafío significativo para la salud pública global. La vacunación ha demostrado ser una herramienta eficaz para contrarrestar la infección y la reinfección; sin embargo, la gravedad de los casos de estas enfermedades varía de persona a persona y las recomendaciones de vacunación se adaptan a diferentes factores. Además, las medidas preventivas, como el control de mosquitos y la protección contra las picaduras, son fundamentales para reducir la propagación de enfermedades como el dengue y la fiebre chikungunya. Es crucial continuar con los esfuerzos para prevenir y tratar estas enfermedades y seguir las indicaciones de los expertos de salud para mantenernos protegidos y ayudar a controlar la propagación de estos virus y hongos.

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